Un destino turístico, poco conocido hasta ahora, cuenta con aguas cálidas y cristalinas, además de playas de ensueño que ofrecen espectáculos naturales inolvidables.
La poca afluencia de visitantes te permitirá tener días lejos del estrés. Imagina escuchar el apacible sonido de las olas de marea baja llenándote de tranquilidad.
También puedes realizar pesca deportiva, nadar con el tiburón ballena, practicar buceo o utilizar una lancha de pedales para llegar a las Islas Encantadas. Ello sin dejar pasar el wind surf y el senderismo al contratar empresas locales especializadas.
Y en las noches un espectáculo natural abre sus puertas. Cielos estrellados iluminarán tu entorno con una melodía de fondo: el chasquido de las olas acariciando la arena.