Templo de San Francisco Acatepec

Considerado una obra maestra del barroco mexicano, el Templo de San Francisco Acatepec cuenta con un amplio atrio de forma octogonal y tres accesos. La entrada principal cuenta con un arco mixtilíneo del siglo XVII. Éste llegó a fungir como capilla abierta y como campo santo.

Su fachada data del siglo XVIII y está cubierta con loseta de cerámica elaborada por maestros alfareros específicamente para el templo en colores blanco y azul por la Virgen María, y en colores verde y amarillo por San José. Se decía en aquél entonces que el templo era de porcelana y que era digo de guardarse bajo un capelo de cristal.

La torre está revestida de la misma talavera que la fachada y tiene lineamientos barrocos. Hay un campanario extra a la derecha decorado con azulejos de colores y ladrillos rojos.

Cuenta con una planta de cruz latina con siete cuerpos. En el interior se despliega una magnífica decoración en molduras doradas con una gran variedad de imágenes realizadas con policromía. Hay varios elementos que recuerdan la bellísima Capilla del Rosario del Templo de Santo Domingo.

En el retablo principal se pueden observar santos tallados en madera y policromados con la técnica de estofado. El púlpito también tiene una decoración policromada.