Fue fundada en el siglo a finales del siglo XVI, en el lugar donde de auerdo a la tradición, Juan Diego Cuauhtlatoatzin cortó y recolectó rosas por indicación de Nuestra Señora de Guadalupe para mostrarlas como prueba de sus apariciones al obispo Fray Juan de Zumarraga. Durante muchos años, el lugar donde actualmente se levanta la capilla sólo estuvo indicado con una cruz de madera con un montón de piedras como pedestal.