La calle Francisco I. Madero, mejor conocida como "Corredor Peatonal Madero", es la más transitada de la ciudad y del país entero, pues por ella pasan más de 350 mil personas al día. Además, es una de las vías que más memorias posee pues, al ser una ruta directa hacia el Zócalo capitalino, ha sido estratégica en diversos momentos de la historia.
Si tu objetivo es llegar a la plancha del Zócalo, debes ir con tiempo, porque en tu camino por calle Madero encontrarás no solo cafeterías o heladerías que te invitan a refrescarte por unos minutos, también museos y templos que no debes dejar de visitar.
La historia de la calle Madero es también muy antigua, pues es una de las primeras que se trazaron en la capital, y sus orígenes datan de la época de la Conquista. Su apertura fue ordenada por el conquistador español Hernán Cortés, con la intensión de que él y sus soldados y aliados indígenas tuvieran una vía de escape en caso de que tuvieran que irse ante una rebelión indígena.
Al llegar desde la Alameda Central te recibirá la Casa de los Azulejos, un tradicional punto de reunión que se recuerda desde los primeros años del siglo pasado. Frente a la Casa de los Azulejos encuentras el Templo de San Francisco que fue la sede principal de la Orden Franciscana en el actual México.