Por encontrarse en una zona de generación de energía geotérmica, la laguna de su cráter se desecó. Con el propósito de rescatar este emblemático sitio, que en cierta época del año es lugar de anidación de grandes parvadas de zopilotes; hace unos años se concibió un proyecto para revivir el área.
Hoy es posible mirar en su cráter la gran imagen de un zopilote delineado con roca volcánica, que de largo mide 200 metros y cuyas alas alcanzan los 190 metros. Al ver salir el vapor del subsuelo, el escenario se vuelve asombroso. La obra se aprecia mejor si se le mira desde arriba, con esta reproducción se manifiesta el aprecio por esta ave representativa en el norte del estado.