Más conocida como El Caballito, esta es una de las obras más reconocidas de Manuel Tolsá. La escultura es de bulto redondo y representa un caballo al paso, cuyo jinete es el rey Carlos IV representado como emperador romano, coronado con laureles, montando sobre una manta, portando un cetro en su mano derecha, mientras lleva las bridas con la izquierda. Se ubica sobre una base metálica plana de contorno rectangular mixtilíneo y perfil recto.
En tres de sus caras se encuentran tres placas con inscripciones referentes a quien realizó la escultura, la fecha de su fundición, la fecha de colocación en la Plaza Mayor de México, sus diferentes ubicaciones, y el traslado de 1979 a la plaza Manuel Tolsá, bautizada así en honor al insigne artista valenciano que marcó la arquitectura novohispana del siglo XVIII. La escultura fue fundida en la huerta del Colegio de San Gregorio, se concluyó para 1803 y se colocó en diciembre de ese año en la plaza mayor de la ciudad. Tras la victoria del Ejército Trigarante la estatua “cabalgó” al patio principal del edificio de la Universidad. Varios años después se le colocó en la intersección de Paseo de La Reforma y Avenida Bucareli. Desde 1979 se admira la escultura en los antiguos jardines del Palacio de Comunicaciones, hoy conocida como Plaza Tolsá.