La escena es impactante: el dios Tláloc está recostado en una piscina de 30 metros, como pausado, pero en estado de frenesí o extasis. Su cuerpo está adornado con mosaicos que revelan símbolos de los mitos y la historia de México, y su cabeza tiene dos rostros que miran fijamente: uno hacia el cielo y el otro, en la coronilla, que arroja agua hacia un pequeño edificio a unos pasos de distancia.
Horarios y cosotos: Abierto las 24 hrs.
Entrada libre.