En el siglo XVII, los religiosos jesuitas llegaron a la península de Baja California para evangelizar la región. Allí, cerca de Loreto, en lo que ahora es Baja California Sur, fundaron la misión de San Francisco Javier de Viggé Biaundó, cuyo nombre se conformó en honor de Francisco de Jasso y Azpilicueta, y los topónimos en lengua cochimí: viggé biaundó, los cuales se podrían traducir como “tierra alta en los altos de las cañadas”.
Se le considera "La joya de las misiones de Baja California", su fachada es de modesto estilo barroco, donde destacan la bella puerta de arco conopial, los ornamentos en la ventana del coro y los sencillos contrafuertes que la enmarcan. En su interior conserva un magnífico retablo de estilo barroco estípite, de madera tallada y dorada, dedicado a San Francisco Javier cuya imagen se acompaña de cinco excelentes óleos con imágenes religiosas.
Horario:
Lunes a domingo de 08:00 a 19:00 hrs.
Costo:
Entrada libre.