El último propietario de esta casa, que durante el siglo XVII fuera una finca campestre, fue don Antonio Hagenbeck y de la Lama, quien después de adquirirla en 1946 se encargó de restaurarla. Con los trabajos de recuperación, la casa adquirió un marcado estilo francés, que fue el que prevaleció entre las clases altas mexicanas durante el siglo XIX. Uno de los elementos más originales de la casa es que desde el patio central se aprecia el bello jardín en el que se encuentran vestigios coloniales como tres estanques y restos de canales de barro.
La entrada al museo es únicamente en recorrido guiado y por el momento solo con cita previa confirmada
la entrada tiene un costo de $50