Ubicado en el conjunto arquitectónico de la espléndida Plaza de Santo Domingo de la capital de México, en la esquina de Belisario Domínguez y Brasil, el Palacio de la Inquisición, símbolo del control que la Iglesia católica ejercía sobre la población novohispana, ha sido testigo del transcurrir del tiempo y de la transformación acelerada de la vida citadina.
El tribunal religioso, ámbito de tormentos y otras tantas leyendas, dejó de existir en los primeros días de junio de 1820. Después el palacio tuvo diferentes usos que comenzaron a borrar su siniestro recuerdo y fue en 1854 cuando los profesores de la Academia de Medicina lo adquirieron para instalar ahí su sede.
Este museo ofrece al público la historia de la Inquisición. Cuenta con una museografía dividida por secciones, que tratan el tema de la Inquisición, su origen y los personajes más emblemáticos de este hecho histórico. Describe los procedimientos y mecanismos que utilizó la Inquisición para la caza de herejes, brujas e infieles al cristianismo, contra los que aplicó métodos de tortura para obtener una confesión. Los aparatos de tortura en exhibición son, en su mayoría, de una colección privada y reunidos en los mercados de antigüedades de Italia, Portugal, España, Alemania, países en los cuales la Inquisición logró permanecer por varios siglos.
Horario:
Lunes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.
Costo:
$90 entrada general