Fundado por los jesuitas hace 400 años, este lugar fue uno de los primeros asentamientos de la Comarca Lagunera. Tras la expulsión de dicha orden religiosa en 1767, la hacienda pasó a manos de particulares.
Tras décadas, fue intervenida y restaurada en 2010 gracias a la organización Adopta una Obra de Arte, que la ha dejado espectacular.
El edificio está lleno de elementos artísticos sorprendentes como su portada de cantera finamente esculpida, su espeso portón de madera labrada y su gruesa torre de campanario. Al interior luce un deslumbrante retablo churrigueresco en el presbiterio. De color rojo, en el nicho central del primer cuerpo tiene una magnífica talla de Santa Ana con Nuestra Señora en sus brazos.
No hay que perderse, además, los lienzos en los altares laterales, que también son soberbios. Algunos de ellos fueron elaborados por grandes pintores virreinales como José de Alcíbar y Antonio de Torres. El techo de viguería y sus detalles decorativos son igualmente magníficos.
En suma, este es uno de los templos más hermosos de todo el norte de México. Verlo es ya razón suficiente para el viaje a Viesca.
Horario:
Todos los días de 07:00 a 19:00 hrs.
Costo:
Entrada libre.