Como su nombre indica, el parque rodea uno de los antiguos caminos al monasterrio que discurre hacia el suroeste desde el norte del parque principal. Popular entre quienes buscan pistas forestales, manantiales y pequeños ríos perfectos para practicar senderismo o cicliso de montaña, el parque rebosa vida pase lo que pase en el resto de la ciudad. El parque fue declarado reserva forestal en 1876. Más tarde se convirtió en el Primer Parque Nacional de la ciudad.